jueves, 14 de agosto de 2014

4 Señales de Que Hablas Demasiado Rápido

Señales de que hablas demasiado rápido

8 de cada 10 de mis clientes hablan muy rápido.

"Es sólo la manera que tengo de hablar. Siempre intento acordarme, pero todavía tengo dificultades para ir más lento."

"Siempre me dicen que lo repita, y eso me frustra."

"Hablo tan rápido que me quedo sin aliento al cabo de un rato".

¿Has experimentado frustraciones similares?

Creerás que hablar rápido es tu energía natural o incluso crees que proyecta una imagen de ser eficiente. La clave en la comunicación, sin embargo, no es la eficiencia, sino la efectividad. La eficacia es determinada por tu oyente, si consigue captar tu mensaje sin dudas o malinterpretaciones.



Éstos son los cuatro pecados de hablar rápido:

1. La falta de claridad.

Si hablas rápido, no estás enunciando. Puede que te pidan constantemente que lo repitas porque la gente no puede entender lo que has dicho.

2. La pérdida de credibilidad.

Los estudios demuestran que los vendedores que hablan rápido tienden a perder s ventas. Tus clientes potenciales se irán en los primeros 2 minutos si tienen dificultad siguiéndote y perderán la confianza en ti.

3. La falta de confianza.

Si hablas rápido en tus presentaciones, serás percibido como demasiado nervioso, con falta de confianza y estabilidad. No es la imagen que quieres dar a tu audiencia.

4. La falta de presencia.

Si hablas rápido es porque tienes mucho que transmitir o quieres transmitir mensajes lo más rápido posible para que todo el mundo pueda hacer otras cosas. No estás presente.

Puede que ya hayas intentado acordarte de desacelerar cuando hablas. Sin embargo, ¡al cabo de unos minutos vuelves a entrar en el carril rápido otra vez! Para hablar de forma natural, tienes que llegar a la raíz del problema. Para solventarlo, te ayudará seguir estos 3 consejos:

Respira profundamente.

Hablar rápido es resultado de la respiración superficial. Hablas con la parte superior de los pulmones y lo que tienes que hacer es una respiración profunda con el apoyo de tu diafragma. Te ayudará. Cuando tu voz es apoyada desde tan hondo, podrás no sólo frenar por tí mismo, sino parecer más tranquilo y confiado.

Destensa tu mandíbula.

Cuando hablas demasiado rápido, la boca casi no se abre. Si pones tus manos en stu área de la mandíbula, encontrarás que la mandíbula rara vez se mueve. Esto explica por qué te falta claridad, tus palabras se quedan atrapadas en la boca. Haz unos ejercicios de apertura de la mandíbula con la palabra "ah" varias veces. Esto te ayudará a abrir y relajar la mandíbula. Cuando la mandíbula está abierta, va despacio en su discurso.

Concéntrate.

Las personas que hablan demasiado rápido se centran demasiado en el contenido, es decir, en lo que quieran transmitir, y han pasado por alto si el oyente, ya sea uno o cien, podrá ir a su ritmo, podrá comprender y tener tiempo de digerir el contenido. Aquellos que hablan muy rápido en presentaciones pueden poner demasiado énfasis en sí mismos: "¿Qué pasará si digo algo mal?", "¿Qué pasa si me olvido qué decir?" o "¿Qué pasa si se aburren?".

Al resolver los problemas de raíz de hablar rápido, nunca tendrás que volver a sufrir por que te pidan repetir ni te sentirás frustrado de que la gente no te entienda bien. Ahora hablarás mucho más claro, más seguro y más presente.

Por cierto, ya que estamos, te enseñaré el vídeo de la mujer que habla más rápido del mundo. Ella se llama Fran Capo y, ciertamente, no pone en práctica los consejos que aquí enseñamos ;-) 

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